José no pudo inventar la prédica en otros idiomas
En la Doctrina y Convenios sección 1 versículo 2 leemos
“…la voz del Señor se dirige a todo hombre, y no hay quien escape; ni habrá ojo
que no vea, ni oído que no oiga, ni
corazón que no sea penetrado”. El Señor nos daba a entender que sin importar el
lugar que las personas se encuentren escucharían El Evangelio Restaurado, lo
cual se oye bien, pero si lo razonamos bien, debería entenderse como “lo escucharás en tu propio idioma”.
Pero si nos situamos bien en la época, estas palabras fueron expresadas en 1831
donde había mucho aislacionismo, las diferentes regiones del mundo no están
integradas como hoy, la transportación era precaria así como las
comunicaciones. Ni las personas más entendidas hubieran imaginado los efectos
de la globalización.
Así que, ¿Según la ciencia de los hombres pudo José
imaginar que los idiomas se expandirían por todo el mundo? Definitivamente no.
José no tenía los estudios que le permitirían vislumbrar avances y realizar
proyecciones de cómo se desenvolvería el mundo en las décadas venideras. En
1833 El Señor dijo en la sección 90 versículo 11 “…en aquel día todo hombre
oirá la plenitud del Evangelio en su
propia lengua y en su propio idioma…” Probablemente José se sorprendió al
escuchar esto, o quizá ya había visto lo que sucedería con el devenir del
tiempo y las transformaciones de la Revolución Industrial, los avances
científicos, el teléfono, el dominio de la electricidad entre otros.
Todos los que hemos servido una misión hemos sido parte
de esa profecía de la sección 90, pues ayudamos a que El Evangelio se predique
en el idioma de quien lo escucha, y de los que siguen escuchando en la
actualidad, pues como ha enseñado el presidente Nelson la Restauración es un
proceso continuo y aún se está desarrollando. Pero no es nuevo, el Señor lo
venía explicando desde que le aparece al hermano de Jared en Eter 12:39 “…he
visto a Jesús cara a cara, y que me dijo con sencilla humildad en mi propio idioma…” El Señor ya nos
decía desde aquel tiempo tan remoto que El Evangelio nos sería predicado en
nuestro idioma y la profecía se ha cumplido, por la voz del Señor a través de
sus siervos y no porque ningún hijo de hombre se lo inventara.
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tienes comentarios escribe a ivansotorodriguez11@gmail.com